


La vida está llena de maravillosas coincidencias... de hecho es posiblemente uno de los mejores elementos de la buena vida.
Ayer cenamos en "pandilla", gracias a la inestimable organización de Marian que reservó mesa con meses de antelación en un restaurante muy cuco detrás de Ópera (Algarabía, c/La Unión 8).
Cenamos fenomenal (cocina creativa y de calidad) y la verdad es que siempre es un placer reunirte con tus amigos para charlar tranquilamente (habían aparcado a los pequeños).
¿La coincidencia?... pues que cuando Marian hizo la reserva no tenía ni idea de que íbamos a legalizarnos esa misma semana y la cena se convirtió un poco en celebración nupcial, inesperada e improvisada, que son las mejores.
Helen no defraudó al respetable con su tradicional interpretación de Janice... gracias a un vendedor ambulante tuvimos unos regalos preciosos y al final brindamos con Cava, mucho Cava y a la salida del restaurante (casualidades de la vida, salimos los últimos) nos bombardearon con arroz!
Esto es la buena vida!